Un año hace hoy de que nos dejó Manuel Ramírez Fernández de Córdoba quien, sin saberlo, eligió para despedirse la taurina ciudad de Talavera. Hasta allí se desplazó en compañía de su mujer, Concha Mejías Ramírez, y de unos amigos para pronunciar el pregón de Semana Santa invitado por la Junta de Cofradías de Talavera de la Reina, acto que tuvo lugar el 23 de marzo del pasado año 2007 en el Teatro Victoria de la localidad.
La glosa de la pasión y muerte de Cristo, vivo siempre para él, fue su adiós y el comienzo de un año difícil para su familia y amigos, que han llenado los días con los inevitables recuerdos de tan noble figura, inspiración continúa para sus hijos Juan de Dios y Robledo.
Manuel Ramírez Fernández de Córdoba nació en Constantina el 29 de septiembre de 1948. Licenciado en Ciencias de la Información, comenzó su carrera profesional en Radio Sevilla y continuó en el diario «Suroeste». Comenzó a trabajar en ABC de Sevilla el día 1 de mayo de 1978, en la sección de Deportes. En 1979 fue ascendido a jefe de sección, desempeñando las funciones en las secciones de Mesa, Sevilla y Deportes. En 1981 fue nombrado redactor jefe; en 1990, subdirector, y en 1997, director adjunto. Dos años después, en 1999, fue designado director de ABC de Sevilla. En los últimos años desempeñaba su trabajo periodístico en la Confederación de Empresarios de Andalucía.
Distinciones
Recibió en junio de 2001 el Premio «Joaquín Romero Murube» en su segunda edición por el artículo titulado «Andrea, la madre del Faraón», publicado en la Tercera de ABC el 25 de octubre de 2000 y en el que glosaba la figura de Curro Romero.
Realizó en el periodismo las más diversas tareas, desde el trabajo de mesa al reportaje y la entrevista y desde la crónica de fútbol a la crítica taurina, así como coleccionables por fascículos como «Curro Romero, un torero de leyenda», «Sevilla, imágenes de un siglo» o «El libro de oro de la Maestranza».
Pronunció numerosas conferencias y escribió artículos en diversas publicaciones, aparte columnas diarias como «Por la banda» en las páginas de Deportes. También destacó en la crítica taurina y en los artículos que, cada Feria de Abril, publicaba en ABC de Sevilla la columna «A una mano». El 24 de junio de 2000, Manuel Ramírez fue nombrado Hijo Predilecto de Constantina en un acto donde se le impuso la Medalla de Oro.
Su pasión fue la dedicación a la Fundación Costaleros de un Cristo Vivo, de la que era presidente y cuyo pañuelo cubrió el féretro con el que fue enterrado.