El cantautor uruguayo oscarizado Jorge Drexler presentó anoche en Jerez su trabajo más reciente: 12 segundos de oscuridad, dentro del ciclo Noches de Bohemia que se celebra en el Alcázar, organizado por el Ayuntamiento y el Instituto de Cultura para la época estival.
Drexler, que dio su último concierto en España antes de cruzar el Atlántico para continuar la gira por el continente americano, ofreció una imagen diferente al de otras citas, donde suele aparecer en solitario con su guitarra española y su caja de ritmo, y se presentó arropado por una pequeña banda (guitarra eléctrica, contrabajo, batería y un arreglista digital).
El espectáculo comenzó poco después de las diez y se prolongó durante algo más de dos horas, tiempo en el que el uruguayo fue desgranando los trece cortes del álbum y algunos éxitos anteriores, casando, como pocos saben hacerlo, poesía, acordes y electrónica, mientras se camelaba con su acento meloso a un público muy participativo que lo acompañó en muchos de los temas. Sin lugar a dudas, Drexler obtuvo mejores resultados cuando se quedó a solas armado con su guitarra, momentos en los que irradia calidez e intimismo a espuertas (incluso se atrevió con una versión a cappela deliciosa del tema Al otro lado del río), que en los momentos que compartió con la banda, con la que no terminó de verse cómodo y a la que le faltó conseguir la fuerza, sutileza y elegancia que presenta en sus grabaciones.