MIAMI, miércoles 1 de agosto. El padre Alberto Cutié, más conocido como el padre Alberto, a pesar de tener solo 38 años, se ha convertido en uno de los rostros más conocidos de la Iglesia católica hispana en los Estados Unidos, gracias a su carisma de comunicación en televisión, radio e Internet.
Hijo de exiliados cubanos, nacido en San Juan, Puerto Rico, presentador o participante en programas televisivos de gran éxito, desde el año 2001 ocupa el cargo de director general de Comunicaciones Católicas Pax (Radio Paz en Miami, Florida). Fue en las instalaciones de Radio Paz donde se desarrolló esta entrevista.
- Dos años después de la muerte de Juan Pablo II, ¿qué huella dejó en la juventud de Miami?
- Padre Alberto: Todos los que somos de la «generación» de Juan Pablo II recibimos el ejemplo de una persona dinámica y abierta al mundo.
Los jóvenes se sienten muy motivados por su ejemplo, pero sobre todo se sienten queridos por él. El Papa Benedicto XVI continúa la tradición de llamar a los jóvenes a una vida más intensa y más cristiana con las Jornadas Mundiales de la Juventud.
Nuestra Iglesia tiene dos mil años, entonces no es fácil hablarle al siglo XXI con una doctrina de dos mil años, pero ciertamente él lo logró y creo que el Papa Benedicto XVI lo sigue logrando.
- ¿Y los medios de comunicación católicos?
- Padre Alberto: Todos los medios de comunicación católicos tratamos de hacer lo que hizo Juan Pablo II, es decir, conectar una institución de dos mil años con una sociedad que está cambiando rápidamente, donde hay muchas ideas, incluso ideas contrarias a nuestra fe.
Para mí ese es el reto y yo creo que Juan Pablo II fue quizás el ejemplo, el modelo, de lo que es ese reto: hablarle a un mundo que quizás no esté de acuerdo con uno pero que tenemos que seguirle el dialogo.
- Juan Pablo II, un modelo de comunicación y un ejemplo para la juventud. ¿Cómo puede la Iglesia acercarse a esta juventud actual?
- Padre Alberto: Yo creo que la Iglesia siempre es joven, porque el mensaje de Jesucristo siempre es joven. Entonces el Evangelio de Jesús no cambia y nunca sale de moda.
A mí me encanta por ejemplo todo lo que nos dice Jesús de una forma tan sencilla: la semilla, la ovejita perdida, el joven que se fue y regresó a casa, etc. Todos los ejemplos de Jesús, sus parábolas y enseñanzas son cosas muy humanas y muy cercanas al corazón de los jóvenes.
Yo creo que los jóvenes entienden muy bien a Jesús. Lo que nos falta un poco es que ellos conecten ese mensaje del Evangelio con el mensaje de la Iglesia, y muchas veces es ahí en donde se pierde la conexión.
Porque la Iglesia por ser institución, por estar organizada de la forma en la que está organizada, a veces aparenta ante el mundo ser una grande estructura un poco fría y lejana, pero en realidad no lo es, porque toda esa «estructura» está al servicio de ese mensaje tan lindo y tan sencillo de Jesús que es: «Síganme, yo soy el camino de la verdad y la vida y ustedes son la luz del mundo».
Todo lo que nos dice Jesús es un mensaje para los jóvenes, es un mensaje para el que quiera vivir una vida mejor y para el que quiera ser feliz de verdad. Yo todavía no conozco un joven que diga; yo no quiero ser feliz, pues todos queremos ser felices.
- ¿Cómo ha logrado usted llegar al corazón de tantos jóvenes?
- Padre Alberto: Hemos penetrado en el mundo de la radio, de la televisión, ciertas áreas de la prensa, pero nos falta hacer mucho por Internet, y creo que el medio de los jóvenes hoy día es Internet.
Aquí hemos fundado Radiopazmusical.com precisamente para llegar al corazón de la juventud y decirles a los jóvenes: «¿saben qué? ustedes tienen una opción, no tienen que escuchar solamente mensajes negativos».
Tratamos de presentar la mejor música cristiana de todo el mundo cristiano, no sólo a través de la radio, de los CDs o de los conciertos, sino que estamos llevando la música todos los días 24 horas a través del Internet.
- ¿Qué le impulsó a escribir «Ama de verdad, vive de verdad»?
- Padre Alberto: Este libro lo escribí precisamente pensando en los jóvenes, en los que están pensando en el matrimonio, en el noviazgo más serio, en un compromiso y los que están casados y piensan que quizás el divorcio y la separación es la única solución.
El amor y la vida se llevan de la mano, sin el amor la vida no tiene sentido. Para amar de verdad hay que vivir de verdad, para vivir de verdad hay que aprender a amar de verdad.
Lo que intento hacer con este libro es presentar a los jóvenes siete pasos para creer y sostener relaciones significativas y eficientes. Es una especie de manual para que ellos tomen la propia vida en sus manos y digan: ¡yo puedo vivir de una forma amorosa y comprometida!
- ¿Perder el miedo al compromiso para ser plenamente feliz?
- Padre Alberto: Así es, esa es la idea. Gracias a Dios «Ama de Verdad, vive de verdad» está en Estados Unidos, México, España y en toda América Latina.
Es un libro que en Estados Unidos ha tenido una respuesta muy positiva: hemos estado dentro de los libros más vendidos dentro de los Estado Unidos durante varias semanas. En realidad es lindo ver que un libro pueda salir publicado en inglés y en español y que tenga el mismo éxito, es algo que yo no esperaba, yo sabía que muchos latinos me ven a través de la televisión, me escuchan en la radio o leen mis columnas, pero no esperaba la respuesta que hemos tenido.
- Cuéntenos un poco más sobre sus experiencias en cuanto al medio televisivo.
- Padre Alberto: Ahí es donde comencé, el Señor me metió en la televisión. Fue muy interesante, mi pasión en la vida como sacerdote diocesano es la parroquia. Entrar en el mundo de la televisión fue una cosa muy linda porque fue como llevar la parroquia al mundo entero.
Empecé en 1998 cuando una cadena nacional norteamericana me metió en la televisión diaria. En ese momento «Padre Alberto» fue la primera temporada; la segunda temporada «Cambia tu vida con el Padre Alberto», después realicé varios programas como «Padre Alberto y sus Amigos».
EWTN (el canal norteamericano católico fundado por la Madre Angélica) emite «Hablando claro con el Padre Alberto», un talkshow en donde se conversan todos los temas más habidos y por haber, desde el sexo hasta la salvación.
Creo que lo más importante es poder hablar de cualquier cosa, y no hay un tema que la Iglesia no pueda tratar.
El ejemplo de Juan Pablo II me impulsa en mi labor pastoral, él siempre hablaba de un dialogo con el mundo, y esto lo reafirma también el Papa Benedicto XVI en su diálogo con las distintas religiones pero específicamente con una sociedad que no cree, él nos enseña cómo dialogar desde el punto de vista de la fe.