La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga ha condenado al británico Tony Alexander King a 36 años de cárcel por el asesinato de la joven de Coín (Málaga) Sonia Carabantes. El Tribunal le impone 23 años de prisión por el delito de asesinato, tres años más de los solicitados por el fiscal "a la vista de la extraordinaria crueldad" y "la verdadera tortura a la que se le sometió", ocho años por otro de agresión sexual y cinco por detención ilegal. La sentencia también le prohíbe volver a Coín durante 15 años y le condena al pago de una indemnización de 300. 000 euros a los padres de la joven por los daños morales producidos.
La sentencia de una veintena de folios de la Audiencia Provincial condena a King a 36 años de cárcel por el
asesinato de la joven de Coín. El Tribunal considera probado que el agresor esperaba la llegada de Sonia en las
proximidades del domicilio de esta y cuando se acercaba "salió súbitamente de su escondite de un árbol y la abordó con el propósito de hacerla objeto de tocamientos lascivos". Por el delito de agresión sexual la udiencia Provincial le ha condenado a ocho años de prisión, rebajando en un año la petición del fiscal, mientras que por el delito de detención ilegal ha coincidido con la acusación pública al imponerle cinco años.
Pero ha sido por el delito de asesinato por el que el Tribunal ha condenado a King a 23 años, tres más de los
solicitados por el fiscal, "a la vista de la forma de su comisión, de extraordinaria crueldad, vista la juventud de la víctima, el sitio solitario en que ocurrió la segunda parte de los hechos y la verdadera tortura a la que se le sometió y, por tanto, la peligrosidad del culpable". El agresor, que ha sido calificado por la Sala como "verdadero obseso", golpeó a Sonia en el rostro y en todo el cuerpo hasta dejarla semiconsciente, y la introdujo en el maletero de su vehículo.
Al llegar a un lugar oscuro y solitario del paraje de Cerro Gordo de Monda, King detuvo el coche, sacó a la
joven del maletero y la sentó en el asiento trasero, "donde la despojó de sus vestiduras, le tocó en sus partes
íntimas, senos y nalgas, al mismo tiempo que continuaba golpeándola en la cabeza y tronco", con lo que le ocasionó numerosas lesiones externas e internas capaces por sí solas de causarle la muerte. Esta agresión produjo "grandísimo sufrimiento a la perjudicada", según los médicos forenses, hasta que en un momento determinado, King utilizó la propia camiseta de Sonia, "aprovechando su inconsciencia e imposibilidad alguna de defensa", la enlazó al cuello de la mujer y "con el propósito de acabar definitivamente con su vida, la estranguló.
EXTRAORDINARIO DOLOR
A continuación trasladó el cadáver de Sonia a una explanada próxima, donde lo ocultó en una oquedad entre rocas con las que tapó parcialmente su cuerpo. Para la Sala, el acusado golpeó a la joven "salvajemente", sin compasión, hasta reducirla a alguien pasivo y sin posibilidad mas que de una leve e inútil defensa con la que causa leves arañazos en la cara y brazos de su agresor. El Tribunal tampoco duda de que, aunque "el fin último era el de buscar una satisfacción sexual y seguidamente la muerte de la ofendida", el acusado "no tuvo inconveniente en producirle un extraordinario dolor que la mantuviera en estado de indefensión hasta realizar sus últimos propósitos".
En la sentencia también se califica de "inverosímil y carente de fundamento alguno" la versión del acusado ofrecida en el juicio oral, en la que King dijo que alguien le golpeó. Además, se destaca que las huellas de sangre halladas "son prueba circunstancial, pero de gran peso", para excluir la posibilidad de un atropello. Con estos datos, junto a los análisis forenses y los informes psiquiátricos, que revelan que "no padece enfermedad psiquiátrica", la Sala considera que existe "un conjunto de pruebas directas e indirectas o circunstanciales" que, apreciadas conjuntamente, le llevan "al convencimiento de que los hechos ocurrieron en la forma que se declaran probados" y califica de incuestionable la culpabilidad del acusado.
La familia de Sonia se muestra satisfecha por la condena, que además de los 36 años de cárcel, incluye la
prohibición de volver a Coín en 15 años y el pago de una indemnización de 300. 000 euros a los padres de la joven por los daños morales producidos, aunque exige que el acusado cumpla la pena de forma íntegra. Sin embargo, el máximo legal que cumplirá King, que aún está pendiente del juicio por el asesinato de la joven de Mijas (Málaga) Rocío Wanninkhof, serán 30 años. La madre de Sonia, Encarnación Guzmán, señaló que, "aunque no es lo que nosotros pedíamos" (un total de 44 años), confía en que "sean 36 los años y no le perdonen ni un día". La defensa de King ya ha anunciado que recurrirá la sentencia.