Juan Antonio Samaranch recibió ayer la medalla de Honor de la Universidad Pablo de Olavide durante el acto que servía para inaugurar el nuevo paraninfo de la universidad, así como para dar comienzo al X Congreso Internacional de Historia del Deporte, que este año versa sobre Deporte y violencia. A la conclusión del mismo el ex presidente del Comité Olímpico Internacional comentó con ABC las circunstancias de las dos últimas candidaturas de Sevilla para albergar los Juegos Olímpicos en 2008, primero, y en 2012, después.
«En 2008 había una candidatura muy fuerte que apoyaba mucha gente, que era la de China. Tenía un gran potencial por su gran cantidad de habitantes y porque se quería llevar los Juegos a Asia. Era difícil luchar contra esto», comentó el que rigiera los designios del olimpismo durante 21 años.
Sobre el segundo intento hispalense de hacerse con la organización de los Juegos Olímpicos, en el que Sevilla se topó con la candidatura de Madrid, Samaranch dijo que «fue una decisión del COE porque pensó que tenía más opciones» y agregó que «Sevilla y Andalucía han sido las capitales del deporte en España hasta hace dos años. Lo que pesa no es que Madrid sea la capital de España, sino que es más grande y tiene más potencial».
Antes de realizar estas declaraciones había tenido lugar una emotiva Laudatio por parte del Decano de la Facultad del Deporte, previa a la entrega de la medalla de Honor de la Olavide que Samaranch recogió entre aplausos.
Reconocimiento a una labor
En el discurso de agradecimiento enunciado por Samaranch desde el estrado del nuevo paraninfo, destacó que este reconocimiento no es hacia su persona sino hacia la labor que el COI viene ejerciendo antes y después de su presidencia. Tras más de veinte años al frente del máximo organismo del olimpismo, Samaranch se mostró orgulloso de los valores que el COI viene promoviendo: solidaridad, tolerancia y paz, valores que «escasean en la sociedad actual».
Después pasó a analizar dos de los problemas que actualmente sacuden al deporte: la violencia y el dopping. «El deporte debe defenderse del dopaje, una plaga que el COI combate desde los Juegos de México 68», señaló con respecto a la toma de sustancias ilegales que aumentan el rendimiento deportivo, al tiempo que exigió la erradicación de la violencia de los recintos deportivos. Para lograr este objetivo, Samaranch apeló a la «responsabilidad de todos» y apostilló que «desde la universidad debe impregnarse a las personas de los valores del deporte. No se puede lograr un deporte de calidad si no es con cultura y educación». Finalmente acudió a su experiencia personal para afirmar que: «El nivel de calidad de un país se mide por su educación y en los sistemas más desarrollados el deporte tiene un papel más importante».