La Fiscalía de Sevilla elevó ayer de tres años y tres meses de prisión a cuatro años y un mes de cárcel la petición de condena que solicita para Juan Manuel Fernández Montoya, Farruquito, por el atropello de Benjamín Olalla la noche de del 30 de septiembre de 2003.
El fiscal Norberto Sotomayor, aunque no especificó en su informe de conclusiones los motivos que le habían llevado a agravar las penas para el bailaor, sí dejó claro que "quizás la única verdad que ha dicho Farruquito en el juicio es que está muy arrepentido y depende mucha gente de él; el resto son mentiras, falsedades, y medias verdades para oscurecer los hechos". El representante del Ministerio Público enumeró más de una decena de contradicciones en las que, a su juicio, habían incurrido Farruquito y los otros imputados en sus declaraciones en la vista oral. Así, se refirió en concreto a que el bailaor se saltó un semáforo en rojo antes del atropello, a que según el acusado el peatón cruzó varios metros antes del paso de cebra, a si era la primera vez que había cogido el BMW, a que contara a su hermano menor el accidente la misma noche, entre otros aspectos. Norberto Sotomayor enumeró todas las circunstancias que concurrieron en el accidente, como la "endiablada" velocidad a la que conducía según los testigos presenciales y el informe pericial de la Guardia Civil que cifró en 86 kilómetros por hora la marcha del vehículo, para llegar a la conclusión que de que Farruquito "tenía casi todas las papeletas" para que el accidente se produjera.
Si la sentencia que debe dictar en las próximas semanas la juez María Ángeles Sáez acoge finalmente las tesis de la acusación pública o de la que ejerce la viuda que reclama ocho años de prisión, el bailaor no podría eludir la cárcel, ya que sólo evitaría su ingreso en el caso de que la condena fuese inferior a los dos años.
El abogado José Manuel Rosendo, que representa a María Ángeles Madero, viuda de Benjamín Olalla, insistió en la "temeraria" forma de conducir de Farruquito, que el letrado asimiló a un "rally por las calles de Sevilla", con velocidades de entre 87 y 100 kilómetros por hora en una vía donde existía una limitación de 40 kilómetros. La acusación coincidió con el fiscal en que era "más que probable" que se produjera un accidente "que nunca debió haber ocurrido". En su opinión, no existe un arrepentimiento por parte del bailaor, porque "si se hubiera arrepentido habría sido sincero y habría dicho la verdad" en el juicio. En esta línea, el abogado de la viuda se preguntó que si Farruquito tuvo miedo a lo que este atropello podía significar para su carrera "por qué no tuvo miedo cuando se saltó un semáforo y pasó 100 kilómetros por hora" por un paso de cebra, una conducta que, según precisó, "roza el dolo eventual".
La Fiscalía pidió una indemnización de 122.000 euros para la viuda y los padres, mientras que el abogado de María Ángeles Madero elevó a 273.00 euros la cuantía, al incluir las secuelas psicológicas por el duelo patológico que sufre.
Los abogados Francisco Baena Bocanegra y María del Carmen Iglesias, que defienden al empresario Óscar Benavente y a los ex policías Bernardino Rodríguez y José Miguel Álvarez, respectivamente, volvieron a plantear a la juez que las escuchas telefónicas practicadas por una unidad de Asuntos Internos de la Policía son nulas y, en el supuesto de que la juez así lo estime, las declaraciones de estos procesados no tendrían validez al estar viciadas en su origen. El penalista Baena Bocanegra calificó la vista oral de "juicio difícil" y dijo que aunque los tres "grandes perdedores" son la viuda y los padres, "todas" las personas que han asistido a la vista sienten dolor por el trágico suceso.