Un grupo de periodistas ha trabajado para la salida de “El Faro de Chipiona.com” que es el nombre de este primer periodico digital de la localidad.

La idea es adaptarse a la rapidez de los nuevos medios y llevar las noticias de Chipiona no solo a todos los chipioneros , sino a los miles de veraneantes que conectan solo en verano con nuestra localidad .

Igualmente se tendra mucho en cuenta la información que necesiten los chipioneros que por trabajo o estudios se encuentran fuera de la localidad y en especial los que se encuentran en el extranjero.

Este nuevo y ambicioso proyecto ha tomado el nombre de uno de los símbolos y monumentos más característicos de la localidad, además de la torre más alta de España con sus 69 metros de altura, con la nueva luz del faro alcanza los 150 kilometros de distancia.

El Faro de Chipiona es el más alto de España y uno de los más altos de Europa;

su altura aproximada desde la base es de 69 metros y para llegar hasta la linterna

hay que subir 344 escalones.

Su historia es tan antigua como la navegación, puesto que este sistema de señales que en principio se hacía con fuegos es de vital importancia para la orientación en la mar durante la noche.

Nuestro faro fue construido bajo la dirección de ingeniero Font, que inició los trabajos en 1863 y finalizó el día 28 de noviembre de 1867, día en el que funcionó por primera vez, lanzando destellos de luz blanca hasta una distancia de 23 millas.

Está situado en la desembocadura del Guadalquivir, en la costa de Chipiona sobre la restinga llamada del Perro. Es faro de primer orden. Las señales que emite nuestro faro así como la que produce la baliza de Salmedina señalan la Punta del Perro y el arrecife de Salmedina y orientan a los marinos que pretenden embocar la entrada del río Guadalquivir.

.Tiene 344 escalones y alcanza alrededor de 150 kilómetros, según nos explicó el técnico de Señales Marítimas encargado del faro, o más comúnmente llamado farrista, Septimio Andrés Domínguez, que controla el faro junto a un equipo de tres personas.

En la planta baja del faro se encuentra el centro de control que chequea el funcionamiento del faro y ,sirve para avisar de cómo está el baliza miento desde Chipiona hasta Sevilla, balizamiento que, poco a poco, se está monitorizando para que todas las señales queden recogidas y automatizadas, también se recoge información del estado de la mar, las mareas, el oleaje... Estos datos se transmiten por radio hasta este centro de control, desde donde se envían a Madrid, donde son procesados y metidos en una página de Internet con el estado de la mar en toda España. En el monitor de mareas se pueden ver hasta las consecuencias de¡ efecto invernadero, porque el nivel del mar ha subido un par de centímetros, ya que se registra constantemente y el Instituto Oceanográfico de Madrid compara los datos.

El Faro de Chipiona es un faro de recalada, hacia los que hay que dirigirse, frente a los de peligro que hay que dejar pasar porque indican zonas de rocas o un punto de la costa, ete... Por ello la embarcación que quiera llegar a Sevilla por el Guadalquivir tendrá que buscar el Faro de Chipiona. Los faros son para navegación de largo alcance, a partir de doce millas. Para distancias inferiores se utilizan las balizas (le tierra o boyas para llegar a la costa, como la de Salmedina o la del Perro o la del Picacho. Los faros de recalada tienen un destello cada diez segundos, los tres exactamente iguales. Los de peligro tienen otro código de luces diferente. Ahora la luz del faro, aunque sigue siendo luz blanca, tiene una tonalidad diferente, la de antes era más amarillenta, pero eso lo nota el que lo ve desde cerca, según nos explica el farrista, "el que lo ve desde el mar no nota la diferencia, sólo ve una luz blanca ". Antes la bombilla era de filamento ardiendo, lo que le da la tonalidad amarillenta anaranjada, al meterle gases da luz blanca y sise intenta que dé una luz más fuerte, da una luz más azulada, "pero sólo desde cerca ", insiste. Por este cambio se ha tenido que cambiar todo el cuadro de] faro porque se ha tenido que cambiar la lámpara, que no puede ser cualquier lámpara, tiene que tener el filamento en vertical y que emita la luz en 360'. La nueva lámpara se ve casi tres veces más que la anterior y es para lo que realmente se diseñó en su día este faro, con una lente tan grande y tanta altura, ya que 25 millas se consigue con "" farito de nada, con 12 metros de alto "", ahora se alcanzan las 80 millas, alrededor de 150 kilómetros.

El funcionamiento del faro es automático y cuando hay poca luz en la calle se enciende solo. Pero para cuando se funde la bombilla no se apague, tiene otra y, por medio de un automatismo, se enciende. Si se va la luz entra en funcionamiento un grupo electrógeno, pero para que la lámpara no se entere del corte de luz, hay unas baterías que convierten la tensión de red. Además, ahora, no se apaga la lámpara hasta que arranca el grupo electrógeno, ahora hay un cuadro nuevo con automatismos. Además, para realizar el giro de las lentes tiene un motor con un mecanismo que detecta que si falla hace que entre otro, Ésa es precisamente la labor del farrista, automatizar todo el sistema y todo el balizamiento del Guadalquivir así como controlar todo el río desde Chipiona hasta Sevilla. Las labores del farrista como tradicionalmente se ha conocido han cambiado bastante, de hecho Septimio Andrés no tiene que subir arriba del faro prácticamente para nada.

La lente se cambió en 1950 y desde entonces se ha mantenido. El faro antiguo tenía una lente que hacía que se viese casi tanto como el actual, porque tenía una lente más grande que concentra ha más la luz y aunque la lámpara no era tan potente conseguía ese efecto. Después el faro se hizo aeromarítimo, lo cual lo pagaron los americanos de la Base Naval de Rota.

Los primeros faros no eran eléctricos eran de gas o de petróleo y el mecanismo de giro era un peso que cae por el interior de la torre, y arriba hay una máquina de relojería que es lo que hace el giro, como un reloj de cuco.

En cuanto a las habladurías de que se mueve el faro, no es cierto, no tiene oscilación ninguna, "ni con todo el viento del mundo ".

Las paredes del faro están echas de piedra ostionera, que se han ido soldando entre si, lo que le convierte al faro en una especie de roca de 60 metros de alto. Las piedras, cuando se construyó el faro en 1867, se pusieron una sobre otra y con el paso del tiempo se han ido soldando.

Antes las paredes estaban cubiertas de cemento y pintura plástica azul pero se chorrearon y se dejaron limpias, con las paredes con su aspecto original de piedra.

El antiguo mecanismo de giro se ha aprovechado ahora para que gire de día, ya que no es bueno que se quede parado durante el día porque podría dar averías al quemarse los cables y la lámpara debido al efecto del sol a través de la lente que hace de lupa.

El peso tarda catorce horas en bajar hasta abajo por el antiguo mecanismo de giro.

La lente está flotando sobre un vaso cerrado lleno de mercurio para que no tenga ningún rozamiento y no necesita rodamientos para que gire.

Cuando hay una alarma suena un timbre en el patio. Una vez sonó porque le había caído un rayo y el farrista tuvo que ponerse a las cinco de la mañana a girar la lámpara a mano, "ya que lo estropeó todo ", hasta que lo pudo arreglar.

 EL FARO DE CHIPIONA