Opinión
ANDENES
Cuando la Duquesa de Alba no se encuentra en el Palacio de Dueñas porque ha salido de viaje u Ortega Cano se recoge con sus hijos en la finca Yerbabuena (no a darle de pastar a sus toros, ahora está en fase de rehabilitación), los reporteros de las agencias de noticias del corazón, tan vilipendiados, tan dejados de la mano de Dios (¿para cuándo una teleserie con nuestras desventuras?), hacemos guardia en la estación de Santa Justa y estamos pendientes de las entradas y las salidas del AVE para ver si pescamos algún famoso.