El pueblo sevillano de Alcalá del Río se echó a la calle en la tarde de ayer para acompañar a los Titulares de la Hermandad de la Vera Cruz hasta su sede canónica, la Ermita de San Gregorio, tras la restauración del templo.
La corporación llevaba esperando este día más de dos años, tras prolongados retrasos y vicisitudes en las obras de su iglesia.
A media tarde salía el crucificado de la Vera Cruz en unas andas, con la estampa inusual del traslado del Señor en posición vertical, tal y como sale en su paso cada Jueves Santo. El acompañamiento musical corría a cargo de la Banda de Música de Mairena del Alcor, la cual cautivó con sus sones y la exquisitez del repertorio durante todo el itinerario.
Minutos más tarde cruzaba el dintel de la Casa Hermandad María Santísima de las Angustias, entronizada también en las andas de traslado y luciendo conjunto de manto y saya blancos bordados en oro.
La Virgen, ataviada de reina y exornada con flores blancas para el simbólico acto, se mecía a los sones de marchas clásicas que evocaban a su cercana Estación de Penitencia, interpretadas por la Banda Municipal de Música de la Puebla del Río.
Incontables fueron los devotos y vecinos no solo de Alcalá, sino de toda Sevilla y su provincia, que quisieron presenciar el discurrir de ambas imágenes por los lugares más señeros, mientras las últimas luces del día daban paso a una noche de temperaturas suaves sin precipitaciones.
La luz de las velas iluminaron por completo ambas imágenes, presagiando la cercanía de la llegada a San Gregorio, el instante más emocionante. Y el feliz momento llegó en torno a las ocho y media de la tarde, cuando primeramente entraba el Santísimo Cristo de la Vera Cruz, y apenas doce minutos después lo hacía la Virgen de las Angustias con las marchas “La Virgen de las Angustias”, “Pasan los Campanilleros” y “Angustias, causa de nuestra alegría”.
Una vez concluida esta jornada para el recuerdo, la cofradía crucera dispondrá en estos días al Señor de la Vera Cruz y a María Santísima de las Angustias en sus respectivos pasos a la espera de un nuevo y esplendoroso Jueves Santo.
Foto Antonio Rendón Domínguez