El PSOE de Andalucía ha mostrado su satisfacción por la decisión de la Junta de retirar al Ayuntamiento de Marbella las competencias urbanísticas en cuanto entre en vigor la reforma de la Ley del Suelo, tal y como anunció ayer el presidente, Manuel Chaves. El secretario de Organización de los socialistas andaluces, Luis Pizarro, ha calificado la medida de oportuna y ha subrayado, en este sentido, que la actuación se llevará a cabo cuando la ley lo permita; ni antes ni después. Pizarro ha recordado, asimismo, que la retirada de las competencias urbanísticas al Consistorio marbellí se hará para recuperar la legalidad, ya que ha quedado demostrado, afirma, que el Ayuntamiento no tiene enmienda.
El secretario de Organización del PSOE de Andalucía ha instado al PP- A a realizar, en este caso, un ejercicio de responsabilidad y a sumarse de manera firme a la defensa de la legalidad y a la lucha contra el urbanismo ilegal. Ante cuestiones de este tipo no caben posiciones timoratas o ambiguas como a las que nos tiene acostumbrados el señor Arenas; lo que pasa en Marbella requiere una respuesta contundente, como la que ha decidido dar la Junta de Andalucía, ha añadido Pizarro.
En lo que va de mandato de la alcaldesa Marisol Yagüe, la administración autonómica ha impugnado en los tribunales más de 200 licencias municipales de obras, casi las mismas que acumularon los gobiernos municipales de Jesús Gil y Julián Muñoz en 12 años. Asimismo, la Junta vetó hasta en tres ocasiones el PGOU que el Ayuntamiento de Gil aprobó en 1998 y que, posteriormente, sería llevado ante los tribunales, que han decretado nulo el pleno que lo aprobó. La Junta de Andalucía, ha asegurado Pizarro, ha sido la única que ha luchado con una actitud diligente contra las irregularidades cometidas en Marbella. Actuó antes y sigue haciéndolo ahora para tratar de frenar ese mal urbanismo que no respeta la legalidad ni las reglas de juego, ha destacado Pizarro.
Frente a las actuaciones de la Junta, Pizarro ha recordado que Arenas estuvo, precisamente, durante años al frente de un Ministerio como el de Administraciones Públicas desde el que nunca alzó la voz contra las irregularidades cometidas en Marbella, cuyo gobierno municipal ha hecho, en materia urbanística, de su capa un sayo.