Tenía todos los atributos de un líder nato: carisma, intensidad, fuerza, técnica, coraje... Y su fallecimiento, el 3 de diciembre de 1989, dejó huérfano al Real Madrid, a la selección y a los aficionados al baloncesto. Nunca olvidaré cómo recibí la noticia: estaba sentado en la camilla haciendo los deberes de 1º de BUP cuando comenzaron las noticias en Canal Sur, con aquella presentadora tan atractiva que presentaba La Jugada y, posteriormente, Reporteros (ahora no sé dónde anda). Ella fue la que dijo las terribles palabras: "El jugador de baloncesto Fernando Martín ha fallecido en accidente de tráfico...". No pude reprimir las lágrimas y me fui corriendo al salón para darle la noticia a mi madre.Y luego, el vacío. El silencio. La nada.
Tenía todos los atributos de un líder nato: carisma, intensidad, fuerza, técnica, coraje... Y su fallecimiento, el 3 de diciembre de 1989, dejó huérfano al Real Madrid, a la selección y a los aficionados al baloncesto. Nunca olvidaré cómo recibí la noticia: estaba sentado en la camilla haciendo los deberes de 1º de BUP cuando comenzaron las noticias en Canal Sur, con aquella presentadora tan atractiva que presentaba La Jugada y, posteriormente, Reporteros (ahora no sé dónde anda). Ella fue la que dijo las terribles palabras: "El jugador de baloncesto Fernando Martín ha fallecido en accidente de tráfico...". No pude reprimir las lágrimas y me fui corriendo al salón para darle la noticia a mi madre, que le estaba haciendo un vestido a Paqui, la primera novia de mi hermano, en la mesa de corte y confección que habíamos instalado en el comedor. Y luego, el vacío. El silencio. La nada.