CUANDO SU MANO LLEVA UNA AZUCENA
A Erika Leiva le ha pasado lo que nos pasa a todos: que cuando nos encontramos una vez con La Macarena, ya deseamos volver a reencontrarla. Como te mire La Macarena, que es a lo que se dedica La Macarena, a mirarnos, se te queda prendida al pecho, como sus esmeraldas, llevando ya para toda la vida el verde temblor de su Esperanza.
