Estimado Señor Alcalde, corporación municipal, miembros de los distintos partidos políticos, representantes civiles y religiosos; queridos hermanos de fraternidad, miembros de mi familia y de los grupos del Santuario. Querida Marina Bernal, amiga, compañera y pareja mediática, como tú dices y que a mí me llena de orgullo; a partir de hoy, sin olvidar lo anterior, hermanos e hijos de esta bella Madre que se llama Chipiona, Chipiona de Regla o Regla de Chipiona, como a mí me gusta llamar.
A todos PAZ Y BIEN.
Agradezco de corazón el nombramiento de Hijo adoptivo de la Villa de Chipiona. Ha sido para mí una agradable sorpresa que no esperaba. A los frailes se nos educa a dar, a darnos… y no sabemos cómo acoger estas condecoraciones que, en principio, parecen que están fuera de la vivencia sencilla y evangélica de nuestra vida. Espero que no me haga mal y que no haya levantado malestar y/o algún celillo ante alguna persona o grupos de personas.
No obstante, insisto que para mí ha sido una agradable sorpresa. Quiero que esto sea una posibilidad más para seguir trabajando y entregándome a todos como hasta ahora y mejor que hasta ahora. No quiero caer en la tentación de “creérmelo” sino de ponerme las pilas para estar siempre al servicio.
En estos días se están publicando muchos datos sobre mí. Solo quiero decir que soy rondeño de nacimiento, viví en Ronda 21 años y no dejo de visitar mensualmente mi pueblo, como así me gusta llamar. Eso marca. Deciros que me siento un poco torero y bandolero. Después, por las bendiciones de la vida, viví en Estepa. Me siento, como dice una amiga mía, denominación origen 100X100 Estepa porque fue en la Ciudad del Mantecado donde aprendí a ser franciscano y donde viví tales experiencias que me forjaron y me hicieron ser el que hoy día soy. No puedo olvidar otros destinos como Jerez de la Frontera, Granada y Martos (saludo a un grupo venido de allí que hoy me acompañan con mucho cariño).
Desde hace casi nueve años me he propuesto ser chipionero entre vosotros y hoy, vosotros, me permitís ser un chipionero como vosotros. GRACIAS.
El ministerio y servicio me da la posibilidad de entregarme de determinada forma, que unido a mi forma de entender la vida, la religión y el servicio a los demás, ha sido y es el caldo de cultivo para acoger a todos los que vienen a una casa que pretendo sea de puertas abiertas como resultado de un corazón de puertas abiertas.
Me encanta la acogida, poner al servicio todas las posibilidades que dan este santuario y casa de espiritualidad, museos, fraternidad y grupos de seglares que hacemos camino y vida juntos.
Me encanta ser comunicador, poner en valor todo lo que hay que en esta casa, la casa de la Madre, hay arte y poderío a raudales. Solo abro puertas (las físicas y las interiores), doy posibilidades, hago que muchas personas puedan acoger la mucha riqueza que ellos tienen y regalar mi servicio en la sociedad e Iglesia.
Quisiera poner a disposición mi nombramiento como hijo adoptivo de la villa de Chipiona a la comunidad franciscana de Regla pero ya lo hizo Fr. José Ramón Martínez de Tobillas en 2014 cuando él, con muchos más meritos que yo, fue nombrado hijo adoptivo por este ayuntamiento. Así que en esto tampoco puedo ser original. No obstante, yo no soy nada, ni quiero serlo, sin mis hermanos franciscanos y sin mi Iglesia.
Reitero mi agradecimiento a los que han hecho posible que esto sea así y a los que nos acompañan en este bonito día. GRACIAS.