Aquella noche en la que quedó finalista del Premio Planeta con una novela llena de amor, pasión y aventura al lado de Sébastien, el hombre al que había conocido otra mágica noche de verano, Pilar Eyre tomó una decisión: no abandonaría su incesante búsqueda del amor del francés. El caprichoso destino quiso que volvieran a encontrarse e intentaran encaminar sus pasos a la par, pero una sorprendente vuelta de tuerca del azar escribirá una nueva página en esta bella historia de amor. Tal y como la conocimos en Mi color favorito es verte, Pilar vuelve a desnudarse ante el lector y lo atrapa en una nueva novela divertida, entrañable y desgarradoramente humana. Sus peripecias tras quedar finalista del Planeta, su amor por Sébastien y sus peculiares intentos para encontrar el elixir de la eterna juventud quedan reflejados con maestría en Nomeolvides, una novela tan divertida y tan de verdad como la propia autora. Pilar Eyre (Barcelona, 1951) estudió Filosofía y Letras y Ciencias de la Información. Ha ejercido el periodismo como columnista, entrevistadora y reportera en diversos periódicos y revistas (Hoja del Lunes, Mundo Diario, La Vanguardia, Interviú, El Periódico de Catalunya, El Mundo y Yo Dona) y ha colaborado también en varias emisoras de radio y televisión. Es autora de numerosos libros, entre ellos Dos Borbones en la corte de Franco; Secretos y mentiras de la Familia Real; Ricas, famosas y abandonadas; Vips: todos los secretos de los famosos; Mujeres, veinte años después; Cibersexo; La reina de la casa y Franco confidencial. También es autora de las novelas Todo empezó en el Marbella Club y Callejón del olvido, y de la biografía Quico Sabaté, el último guerrillero. Sus relatos históricos Ena, Pasión imperial, María la Brava y, sobre todo, La soledad de la reina la han convertido en todo un fenómeno editorial. En 2014 resultó finalista del Premio Planeta con su novela Mi color favorito es verte, una obra que ha tenido un gran éxito de crítica y público y de la que ya se han publicado siete ediciones. La conocida periodista Pilar Eyre es a la vez autora y protagonista de esta nueva novela en la que a través de su último premio literario trata de recuperar la historia de amor de su vida, en medio de incontables peripecias que ella relata con autenticidad y un chispeante sentido del humor. El amor a la vida, el valor de la amistad, la ambivalente relación con los hijos o el inextricable mundo literario, contados desde su divertida óptica, son algunos de los ingredientes de unas entretenidísimas páginas que se devoran con avidez. Pilar ha vivido una increíble historia de amor y ha decidido inmortalizarla en una novela en la que cuenta sin recato su mágica experiencia. Con ella espera ganar el premio más importante de las letras españolas y poder ofrecer esta victoria a Sébastien, el hombre de quien sigue profundamente enamorada, al que ha perdido el rastro, para recuperarle nueva y definitivamente. La novela no consigue el ambicionado galardón, aunque queda finalista. En medio de las efusivas felicitaciones de todos, Pilar se siente trastornada y profundamente decepcionada: ese segundo premio significa para ella el adiós a la posibilidad de volver a conquistar a quien considera el verdadero amor de su vida. La gira que realiza junto con el ganador del Planeta, Jorge Zepeda - ganador también en la realidad del Planeta 2014- es el escenario en el que se va desarrollando su incesante búsqueda de Sébastien. Cuando comienza a saberse que su novela es una historia real, el interés de los medios aumenta y todos empiezan a hablar de su valentía y su sinceridad por el hecho de dar a conocer una historia de pasión tan bella como efímera (la historia de Pilar y Sébastien se concentró en tres maravillosos y únicos días compartidos). Esta repercusión mediática le vuelve a dar pie para concebir la esperanza de que al francés le puedan llegar noticias sobre su novela y sobre ella misma. Entonces decide poner también algo de su parte para contribuir a que esto suceda. Poco a poco, la búsqueda de su amado empieza a dar sus frutos, aunque no de la manera que ella esperaba. Pilar tendrá que hacer frente a problemas que no figuraban, ni mucho menos, entre las más disparatadas expectativas imaginables. Mientras, la gira de promoción de los ganadores del Premio Planeta sigue saltando de ciudad en ciudad y la vida continúa a su alrededor: su hijo se presenta con una novia de la que Pilar solo tenía sospechas de su existencia ? lo que le recuerda que ya es adulto y que pronto vivirá su propia vida-, en su entorno se forman parejas que ella jamás hubiese imaginado, y junto a los fieles amigos y amigas de toda la vida, que también van apareciendo en el relato, surgen nuevas amistades y alianzas. Finalmente, y tras crear una sofisticada red de ayuda para dar con el paradero de Sébastien, llegan noticias de Francia: la publicación de su libro empieza a destapar allí la caja de Pandora. De repente todo parece volvérsele en contra, y Pilar se verá obligada a hacer frente a un nuevo y grave escollo que amenaza con arrebatarle la mismísima adjudicación del premio y, por extensión, poner en entredicho toda su carrera. Cuando todo parece perdido, el amor vuelve aparecer. Pero este nuevo capítulo de pasión le planteará una dura disyuntiva de cuya elección dependerá el resto de su vida. Pilar se debatirá entre dos caminos opuestos, caminando por la estrecha línea que separa la felicidad más sublime del más absoluto de los abismos. Solo la persistente fidelidad a sí misma y una inesperada vuelta del destino pueden salvarla del desastre? LA OBRA Nomeolvides es un relato escrito con un desbordante sentido del humor que trata de temas tan serios como la soledad, el inevitable paso del tiempo, la búsqueda de la eterna juventud, los amores contrariados, el valor de la amistad o la enternecedora necesidad, tan humana, de sentirnos queridos. El tono, ameno y cómplice, engancha desde el mismo comienzo a lectoras y, sin duda, lectores, de todas las edades. Pilar Eyre retoma el relato y los personajes reales de su anterior novela Mi color favorito es verte, para proseguir con una historia que ella siempre ha sentido que iba a tener continuación. Si en la anterior novela finalista del Planeta el porcentaje de verdad y ficción era respectivamente de un 98 a un 2 por ciento, cabe preguntarse qué proporción de realidad y de ficción contiene su continuación Nomeolvides; pero, en cualquier caso, se trata de una narración que está llena de verdad. La verosimilitud de las situaciones y de los personajes -prácticamente todos son reales- apuntan a que la autora nuevamente ha volcado toda su experiencia personal y su entorno conocido en esta nueva historia. Otra de las cosas que llaman la atención es la extraordinaria capacidad de distanciamiento de la autora para reírse de sí misma: la utilización del humor es una constante. La novela provoca la sonrisa y, a menudo, también la carcajada, a lo largo de cada una de sus páginas; además, este recurso le permite presentar, con autenticidad pero sin dramatismos, la parte menos grata de la vida -los problemas, los tropiezos, los desamores, las traiciones-, lo cual consigue hacer de ella no solo una novela divertida, sino también un relato totalmente cercano. A pesar de que el entorno, los personajes y las situaciones sean muy personales y por lo tanto únicos, la identificación con el relato se produce en el lector de manera inevitable. Esto sucede en gran medida porque las emociones ocupan una parte importante en esta historia tan escrita con el corazón como exenta de sensiblería. Pilar Eyre hace una magistral descripción de sentimientos: la soledad absoluta, el dolor de amar a alguien a quien no puedes tener, la sensación de fracaso, la necesidad, tan propia del mundo femenino, de sentirse querida, la decepción amorosa, el hecho de envejecer, los celos que puede sentir una madre ante la novia del hijo... pero también la cara buena de la existencia: la alegría de vivir, la auténtica pasión amorosa, el reconocimiento profesional, el cariño incondicional de los que nos quieren o el apoyo de los amigos, tanto en las buenas como en las malas. Todo ello hace de Nomeolvides un libro sumamente cómplice de las mujeres, como también de aquellos hombres lo suficientemente inteligentes para comprender la riqueza del mundo femenino. LOS PERSONAJES Son muchos los que desfilan por las páginas, todos o casi todos reales, como ya se ha mencionado, en lo que quizá puede ser un pequeño homenaje a esos amigos y amigas ?de toda la vida?. Periodistas, escritores, gente del mundo editorial y también personajes anónimos, se ?cuelan? en el relato, siempre muy oportunamente, para darle color y una buena dosis de realismo. A pesar del tratamiento que les da la autora, a menudo entrañable y hasta tierno, todos están retratados tal y como son, con esas características que los convierten en seres únicos, sin exceptuar los defectos que les hacen aún más humanos (y, seguramente, también más queridos). Los personajes de Nomeolvides están, pues, exentos de edulcorante y, por tanto, de todo artificio. Lo mismo se puede decir del personaje central, la propia autora. Su protagonismo, lejos de ser un ejercicio de vanidad, es un testimonio de autenticidad y de humildad bien entendida. Pilar Eyre se presenta a cara descubierta, con valentía y sinceridad; sin ahorrar detalles o sentimientos que, ciertamente, pudieran calificarse de íntimos; sin omitir sus flaquezas, sin maquillar sus sentimientos. La fantástica utilización del humor termina por echar abajo cualquier posible resto de reticencia o prejuicio. Pilar Eyre no solo tiene la inteligencia de reírse de sí misma, sino que en Nomeolvides invita a los lectores a reírse con ella para practicar el sano ejercicio de quitarle hierro a la vida y hacerle frente venga como venga. LOS TEMAS Pilar Eyre describe en su novela sentimientos universales, con los que cualquier lector o lectora se identificará sin dificultad. Estos son algunos de ellos. La soledad La situación: Hasta que la novela sea publicada, la editorial le recomienda un ?retiro? de tres semanas, durante las cuales debe llevar una vida discreta y no frecuentar lugares públicos ni eventos. Un tiempo que a ella le parece eterno, pues le devora la impaciencia por hacerse notar para que su amor vuele hacia ella. Mierda, que empiece la gira de una puta vez, quiero viajar yo y que viaje mi libro, que vaya volando hasta Montpellier. Le pondré unas pequeñas alas, quizás será mejor un paracaídas, oh, y todo esto sin estar fumada. Venga, venga, Pilar, que ya falta poco. El teléfono es 48 horas de silencio, pero el domingo por la noche, alguien me envía un mensaje, ¡un mensaje al móvil! Como al mismo tiempo el aparato vibra y repta por la barandilla de la terraza, me lanzo hacia él antes de que se caiga a la calle y leo: «Movistar le informa que tiene derecho a un parte diario gratuito sobre el estado del tiempo». ¡A quién coño le importa el estado del tiempo, por qué no me hablan del estado de mi vida hecha pedazos! Por ese amor. Tormentas provocadas por la añoranza de un hombre alto, viento del norte, peligro de soledad, el monstruo más temido. Amar como una adolescente La editorial le comenta que ha salido una pequeña noticia sobre su libro en Le Nouvel Observateur, lo que significa que Sébastien puede haberla leído ya. ¿Volará él a su encuentro tras conocer su éxito? -En cuanto lo lea, vendrá a buscarte. -¿Piensas que sí? ?De pronto me preocupan los aspectos prácticos del asunto?. ¿Sabrá en qué punto de la gira estoy? ¡Galicia y el norte están tan mal comunicados con Montpellier! Oye, ¡tengo que ir a la peluquería! Miro hacia el hall, no me sorprendería verlo entrar, ¡tiempo ha tenido, caray, la revista lleva en la calle veinticuatro horas! Me miro, creo que hoy no me he puesto demasiado sexy, un pantalón de pinzas, mocasines... ¿Mocasines, como Julio Iglesias? Me levanto con urgencia: -¿Me esperáis? ¡Subo a cambiarme! Me entra un ataque de histeria, la humedad me ha vuelto el pelo a su estado primigenio, es decir, rizado, Sébastien me conoció con el pelo liso como Cher, ¡Dios! ¿Por qué no me he traído la plancha? ¿Me dará tiempo a hacerme la toga? Sí, ese gran invento que consiste en enrollarse el pelo alrededor del cráneo aguantado por pinzas y con un rulo de plástico en la coronilla. No he traído ningún rulo de plástico. ¿Servirá el cartón que va dentro del papel higiénico? El dolor ante una mala crítica? Pilar ha recibido una y eso le hace mucho daño, a pesar de que todos a su alrededor tratan de quitarle importancia, incluido el ganador del premio, Jorge Zepeda. Jorge me dice: -Eso son mamadas, compa. Claro, a él le deben haber puesto bien. Para animarme trata de quitarse importancia, «no te creas, total solo comentan que soy el nuevo John Le Carré», vuelvo a llorar ahora con grandes sollozos, y yo, ¿qué soy? ¿La nueva mierda pinchada en un palo? ¿O la misma vieja y familiar mierda de siempre? Jorge me coge del brazo y me dice mirándome a los ojos: -Daría todas las críticas buenas del mundo por tener tu alegría de vivir, pendeja. Pues la alegría de vivir llora más. Moqueo, me sueno con el mantel. Aparto con gesto de repugnancia las cocochas (se las come Lolo). Y ahora vete a las radios a hablar de tu libro y escruta las caras de los que te entrevistan, todos deben haber leído la reseña maldita, todos deben estar pensando, qué hace esta tía aquí con su pobre novela que no nos interesa nada... Yo la defiendo como puedo, aunque ni un periodista hace mención de la crítica, solo me preguntan por Sébastien, dónde está, si ha leído el libro, si sabe que he ganado el premio. Sébastien, siempre Sébastien. ?y el sabor del éxito Pronto las nubes comienzan a disiparse, concretamente cuando llegan a Valencia, nueva etapa de la gira. A última hora tenemos firma en El Corte Inglés. Cuando estamos aparcando veo a un grupo de gente reunida en la calle, hace frío, llueve, y pregunto con temor: -¿No habrá una manifestación? (?) Isa, sonriente, me lo aclara: -No, no ?su sonrisa se abre más?, es por tu libro. Incredulidad. -¿Por mi libro? Di, di, muchacha, derrama ese ungüento milagroso que se llama halago sobre mis heridas: -Sí, Pilar, a la gente le está gustando, y prepárate ?pausa efectista?, ¡vamos a tirar la segunda edición! Oh, gracias, Dios. ¿Cómo puede ser que todo cambie por la magia de unas simples palabras? ¡Hola, mundo, cómo te quiero! ¿Te importaría estirarte en el suelo para que te coma a besos? Celos de la novia del hijo
Pilar se lleva una gran sorpresa al confirmar que, como sospechaba, su hijo tiene novia. Su primera reacción es de celos. -Hola, Pirruskis. Es uno de esos nombres absurdos que le suelo dedicar a mi hijo, como Cocoliso, porque nació afectado de una profunda alopecia, de ahí que también lo llame de vez en cuando Calvorota. (?) Normalmente le hace gracia, pero hoy, en Pamplona, donde ha venido a visitarme, se apresura a estampar un beso en mi mejilla para que me calle. Y es que se desgaja una sombra de su sombra propiamente dicha y detrás de él aparece una chica muy joven. Ferri carraspea, no le sale la voz, la niña se mantiene expectante, lleva botas altas y una zamarra de piel vuelta, se apoya en un pie, luego en otro, es toda trigo y miel, rubio el pelo, rubias las pestañas, sonrisa rubia. -Mira, mamá, esta es Lucía. (?). Ya nunca vas a ser la primera en el corazón de tu hijo. ¿Tendré que llevar peineta a la boda? Y luego, ¿qué? Fingir que estoy muy contenta de vivir sola, convertir su habitación en un gimnasio y dejar la tabla de planchar permanentemente desplegada, pero ¿planchar qué? El alma. No, Pilar, que uno de los slogans de tu libro es «en el corazón nunca hay arrugas». Pordiosear a hombres desconocidos que vengan a casa a tomar una copa. La niña se adelanta, yo también, chocan nuestros pómulos y estamos a punto de dejarnos mutuamente desdentadas, nos reímos en tono artificial, no sé quién está más nerviosa de las dos. Una gira divertida Tras muchos días de compartir viaje y hoteles, se estrechan lazos y se gana confianza en el trato de unos a otros. También se va acusando el cansancio, que trata de minimizarse. En Zaragoza recibimos como siempre a la prensa en el hotel. Isa ha empezado con los gritos de rigor: -¿Habéis fotografiado la puerta de la habitación? (Sabe que es el único método que existe para que no olvidemos el número, cada día distinto). -¡Sí! -¿Habéis hecho pipí? -¡Sí! -¿Habéis cogido una tarjeta con la dirección del hotel por si os perdéis? -¡Sí! -¿Qué se dice? -¡Somos los premiados y el Planeta es nuestro! Jorge y yo nos echamos a reír, creo que los dos hemos olvidado la patética escena del día anterior. Bueno, yo no, por supuesto, pero qué voy a decir. No hay edad para el amor Pilar tiene sentimientos ambivalentes ante el final de la visita de su hijo en compañía de su novia. Y ciertos remordimientos por el hecho de desear, por encima de todo, al hombre que ama, busca y añora con tanta fuerza. Tan horribles son los remordimientos que siento cuando los veo subirse al AVE que me dan ganas de llorar, por una parte, por otra me dan ganas de abofetearme, y por una más quisiera empujar el tren con mis propios brazos para acelerar su marcha. En lugar de disfrutar con ser solo madre, ese sentimiento que según los libros y revistas del ramo nos tendría que llenar totalmente, estoy con la mente y el corazón puestos en un hombre al que hace un año que no veo y con el que he estado apenas tres días de mi larga vida. Ser solo madre, sí. ¿Pero qué hacemos con la mujer que sigo llevando dentro? ¿Esa mujer que quiere sentir un hombre susurrándome palabras de pasión desbordada en el oído? ¿Esa mujer que anhela morirse en cada orgasmo? ¿Qué hago con esa mujer? ¿Ahogarla con una almohada? ¿Quemarla en la plaza pública y que el aire del Moncayo avente sus cenizas sobre los Monegros? ¿Quién puede entenderme? ¡Soy un monstruo! Para entrevistas con la autora contactar con Isabel
